Por lo general, cuando se oye hablar de SEO, se suele pensar en hacer una estrategia orientada a mejorar la visibilidad de una página en buscadores de forma orgánica, así como su posición en los mismos. Sin embargo, llevar a cabo una buena estrategia de SEO no solo es eso.
Hoy, el mundo online es muy complejo y el posicionamiento web, por tanto, también. Esto implica que hay que tener mucho conocimiento de las diferentes herramientas donde puede desarrollarse. Al igual que es importante saber posicionar bien tu web en los primeros resultados de las búsquedas o lograr que se mantengan en dichas posiciones sin ser tomadas por las de la competencia, también lo es ir un paso más allá.
En el mundo digital, el SEO es una de las áreas que más transformaciones ha sufrido en los últimos años, tan solo hace falta fijarse en la gran diferencia entre lo que se entendía por SEO hace unos años y ahora.
Actualmente seguimos la definición de SEO de Matt Cutts, quien le da una y lo explica como como Search Experience Optimization; es decir, todo por el usuario.
El SEO ya no sólo consiste en conseguir que los links estén y que estén bien posicionados. La clave ya no está en limitarse a lo que se ve, sino en cómo se ve, pues las primeras impresiones pueden determinar si conectas con tus consumidores o no.
De hecho, como decíamos al principio del post, a veces se asocia triunfar en SEO a posicionarse mucho y el consumidor potencial nos vea más, pero lo cierto es que los consumidores solo quieren cruzarse con la marca o empresa cuando sea pertinente y, sobre todo, esté en el contexto de la búsqueda. En el mundo del marketing digital esto es muy importante porque nos sólo afecta a la percepción de aquel que se encuentra tras la pantalla, sino también porque, muchos procesos de compra empiezan en internet de así.
Un estudio realizado por SearchDex demuestra que para muchos consumidores los resultados de búsqueda son el primer contacto con algunas marcas. Por tanto, lo que ven en ese instante se convierte en la imagen base que formarán de ellas. No es de extrañar entonces, el cuidado con el que se trabaja en SEO, teniendo muy en cuenta dónde apareces y cómo lo haces. Para bajar estas ideas a la realidad, los resultados del estudio demuestran que:
- Un 31% de los encuestados admite que cuando un resultado de búsqueda parece que pretende engañarlo, apareciendo en un sitio que no correspondía, hace que sea más reacio a entrar o, en caso de e-commerce, comprar en la web en cuestión, a pesar de los intentos de la marca.
- Otro 31%, al aparecer donde no debe, pensaría que la web fuese un ‘scan’ (es decir, como si se tratase de cibercriminales).
- Un 27%, ante un resultado no correspondido a la búsqueda, acabaría volviendo a una página que le ofreciera confianza.
- Un 58% de los consumidores señala que empieza en los buscadores la búsqueda de información para su siguiente compra.
- Un 27% emplea los motores de búsqueda para leer reviews y opiniones y un 32% empieza en los buscadores directamente su compra online.
Por todo esto es, que las marcas y las empresas han de tener mucho cuidado con lo que hacen y con cómo lo hacen. Una buena estrategia de SEO no debe limitarse a aparecer en cuantos más lugares sean posibles, sino que debe que esforzarse en poner a la empresa justo donde debe estar. Si consigues esto con tu empresa, habrás triunfado en SEO.
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